La estrecha relación entre pobreza y educación

Comenzamos una nueva etapa dentro de este Blog del Congreso, que es de información continua sobre realidades referidas a la educación de Adultos, como un modo de difundir material de lectura y reflexión, mientras nos acercamos -lentamente- al segundo congreso.
Esperamos que la idea sea bienvenida y visiten periódicamente el Blog, ya que semanalmente habrá novedades.



La relación POBREZA-EDUCACION

Una realidad de la que siempre hablamos y que pocas veces podemos ver reflejada en cifras reales. Hoy, domingo 16 de noviembre de 2008, en el diario local "LA VOZ DE SAN JUSTO", la nota EDITORIAL, refleja con toda crudeza este acuciante problema que somete a grandes sectores de la sociedad a la pobreza total.
Sabemos que en el mundo millones de personas son analfabetas; comprobar que, el 11% de 600 personas encuestadas en nuestra ciudad es analfabeta y que el 35 % de esa cifra no terminó la escuela primaria, es realmente alarmante y deja en claro el papel trascendental que tiene, en la sociedad sanfrancisqueña, la EDUCACIÓN DE ADULTOS.
Que cuando pedimos mayor atención de parte de las autoridades: edificios propios y apropiados para desempeñar nuestro rol, material adecuado, capacitación pertinente, acompañamiento de la sociedad y toma de conciencia de todos los sectores, no estamos pidiendo más que lo que se necesita para ayudar a esta gente -y los muchos más que quedaron fuera de la encuesta- a superar la situación por la que están atravesando. Sólo podremos construir una sociedad mejor y disminuir los flagelos que azotan nuestras sociedades -desnutrición, epidemias, enfermedades infectocontagiosas, pobreza, marginalidad, etc- en la medida que logremos que la gente acceda a una BUENA EDUCACIÓN, EDUCACIÓN DE CALIDAD, que les permita acceder al conocimiento durante toda la vida. Es necesario no sólo alfabetizar sino enseñar a aprender a aprender.(Claudia)



EDITORIAL - LA VOZ DE SAN JUSTO - 16/11/2008


Un relevamiento realizado por personal de la Dirección de Desarrollo Comunitario de la municipalidad de nuestra ciudad entre más de 600 vecinos que residen en distintos barrios carecientes, permitió conocer que el 65% de los jefes de familia de los hogares más pobres de San Francisco no alcanzó a terminar la escuela primaria. Como contrapartida, el 35% de los encuestados terminó de cursar ese nivel de enseñanza, para completar algunos pocos años o la totalidad del secundario según los casos. El relevamiento determinó además que el 11% de los vecinos carecientes no se incorporó nunca al sistema educativo, poniendo en evidencia que los sectores más desprotegidos socioeconómicamente también lo son desde el punto de vista educativo.
Los indicadores relevados son elocuente muestra de una realidad muy declamada, pero a la que cuesta encontrarle soluciones. La pobreza de una familia tiene estrecha vinculación con el nivel educativo de sus integrantes. Mucho más si quienes no tienen estudios son los que desempeñan el rol de jefes de familia.
Esta realidad habla a las claras de una circunstancia social sobre la que no se debate mucho en San Francisco. La pobreza en determinados sectores de la ciudad, abruma. Alcanza picos dramáticos como el que se publicó recientemente, cuando los vecinos de una familia tuvieron que reclamar ayuda a las autoridades por las condiciones infrahumanas en las que vivían una madre con su hijo, mayor de edad pero discapacitado.
Además, el trabajo de campo ha determinado que casi el 80 por ciento de los jefes de las familias que viven bajo el nivel de pobreza en nuestra comunidad nunca tuvo la oportunidad de ingresar al nivel medio de educación. La escuela secundaria, para ellos, nunca ha sido una opción y sabido es que el ingreso al mercado laboral actual requiere, como condición indispensable, haber completado este nivel de estudios.
No estamos, ciertamente, en presencia de una realidad oculta. La estrecha relación entre el nivel de pobreza y los estudios cursados por una persona se manifiesta en todo el mundo y es uno de los indicadores más fáciles de encontrar, para determinar los niveles de desarrollo social y económico de una población. Lo que sí puede ser novedoso es que los datos alarmantes relevados en esta encuesta se refieren a personas que forman parte de nuestra comunidad y que viven marginados, sin posibilidad cierta de ascender en el mercado laboral y en la escala social.
La información recabada pone de manifiesto que comparando con cifras a nivel nacional, la situación educacional de los carecientes de San Francisco está por debajo de esos parámetros.
Recuperar la educación para todos, especialmente para quienes están más desprotegidos por la realidad económica, es una obligación urgente del Estado. Un Estado cuyos funcionarios siempre se han llenado la boca hablando de educación, pero que poco han hecho para terminar con la afrenta a la dignidad humana que significa vivir en situación de marginalidad y no tener opciones posibles para revertir esta dramática circunstancias. Vale recordar, finalmente, que la primera opción es la educación.

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